El piloto iba de tercero y sufrió el contratiempo en la vuelta 57. El español había mostrado un gran optimismo en la previa a la carrera, luego del sprint de ayer, en el que finalizó tercero
Santo Domingo, RD. Transcurría la vuelta 57 de un Gran Premio de Austria apasionante y con condimentos para los amantes de la Fórmula 1. EL equipo Ferrari estaba realizando un gran desempeño, con el monegasco Charles Leclerc en la vanguardia y Carlos Sainz acechando el segundo puesto de Max Verstappen. Sin embargo, un nuevo golpe sacudió a la escudería italiana cuando el corredor español tuvo un problema con el acelerador, despistó y su auto comenzó gradualmente a prenderse fuego.
Afortunadamente, el piloto nacido en Madrid salió por sus propios medios del auto y se retiró sin un rasguño, mientras el personal de seguridad se encargaba de sofocar el incendio en su Ferrari. Sainz tardó unos instantes en dejar el cockpit, ya que a medida que el fuego avanzaba, el auto, que había quedado en una leve pendiente, iba hacia atrás. Finalmente, Sainz saltó del coche y de inmediato actuaron los apagafuegos para detener el siniestro.
Desolado, Sainz caminó unos metros y quedó sentado al borde de la pista, con el casco aún puesto, tratando de asimilar su mala fortuna cuando solo restaban 14 giros para el final de una competencia en la que todo venía de maravillas.
Finalmente, tras el abandono de Sainz, el tercer lugar del podio le correspondió al inglés Lewis Hamilton (Mercedes), en este Gran Premio de Austria que vio ganador al monegasco Charles Leclerc (Ferrari), delante del neerlandés Max Verstappen (Red Bull).
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Fuente: EFE.